lunes, 19 de marzo de 2007

La revolución del blog

Un fenómeno mundial

La Revolución del Blog

Actualmente existen más de 62 millones de estas modernas confesiones, escritas normalmente por individuos anónimos que reflejan y plasman su vida sin problemas. Se originan 175.000 por día. Jamás un medio de comunicación creció a este ritmo y rapidez. Su gran aportación es la participación de los internautas en los contenidos de la Red.

La gestación de los blogs, historias online publicadas periódicamente, comienza en Estados Unidos cuando el sitio What´s New in ´92, en el que se detalló la evolución del plan World Wide Web, integró el orden de la cronología inversa (presentando en primer lugar el archivo más actual), transformándose en la principal referencia hasta mediados de 1996. A su vez, el periodista norteamericano Justin Hall es identificado generalmente como el pionero de los primeros blogs ya que comenzó, en 1994, a escribir su blog personal, Justin´s Links from the Underground, que conservó por once años. Una década más tarde hay más de 62 millones de cuadernos personales transitando por Internet. En 2002, la utilización, el manejo y la administración de este listado de sucesos se transformaron en un fenómeno. Tal es así que, en 2005, gran parte de las ediciones online de todo tipo de medios de comunicación incorporaron estas modernas confesiones entre su oferta de contenidos. Jamás un medio de comunicación creció a este ritmo y rapidez. La blogosfera, la totalidad de weblogs, se mide a partir de 2003 y, desde entonces, viene prosperando a una proporción tal que se duplica cada seis meses. También, se convirtió en una porción dentro de Internet en la cual diversas sociedades de todos los idiomas desarrollan cotidianamente inéditos estilos de diálogo y de conocimiento. Estas bitácoras, que se renuevan regularmente y que reúnen textos, imágenes, videos y audio, fueron cambiando paralelamente con la propia Internet modificando su percepción social y su impacto cultural, económico, político y mediático. Además, la mejora y el avance de los instrumentos que posibilitaban la elaboración y conservación de artículos Web suscitaron en que la técnica de publicación pudiera ser comprendida por un caudal mucho más amplio de gente, sin la exigencia de poseer conocimientos específicos y profundos.
Inicialmente, eran meros elementos actualizados de páginas de Internet comunes. Si bien tuvieron un arranque lento, esto no fue un obstáculo para adquirir popularidad velozmente. Por ejemplo, el sitio Xanga, instaurado en 1996, pasó de tener únicamente 100 diarios a más de 50.000 en 2005.
Por otro lado, en 1997, Jorn Barger, un escritor estadounidense experto en Internet, dio forma a la expresión “weblog” explicándola como un proceso de “escribir en la Red”. Al año siguiente, se reunió a las bitácoras existentes, aproximadamente veinte. En ese mismo período surgieron Área Estratégica, Subte y Tremendo, las primeras en español. Luego, la forma corta de la palabra, “blog”, fue ideada en 1999 por el norteamericano Peter Merholz, quien partió la palabra “weblog” en la frase “we blog” (nosotros “blogueamos”, en castellano), adjudicándolo a la acción de editar el weblog de alguien o incorporarle mensajes al mismo.
Asimismo, las escuelas de periodismo exploran sobre estos cuadernos personales y fijan diferencias entre el blogging y el periodismo.
La era de los precursores concluyó con el nacimiento de las primeras utilidades gratuitas, apoyadas en la red, para la edición e instalación de weblogs. De esta manera, en 1999, afloraron Live Journal, Pitas y Blogger. Desde entonces, estos servicios contribuyeron a la maduración del medio y a su gradual asentamiento tanto en la historia de la Red, como incluso en la cultura contemporánea. En este contexto se volvió ascendentemente popular y masivo, extendiéndose más allá del entorno de programadores y periodistas. Por lo tanto, se multiplicaron en un vasto y heterogéneo cúmulo de categorías y de prácticas. Conjuntamente, su magnitud rodea numerosos rubros tales como los de índole político, los empresarios o corporativos, los educativos, los tecnológicos, los de opinión, los de cine o los naturalmente autobiográficos.
La conjugación de sencillez y simplicidad (su construcción es muy rápida), diversión y entretenimiento, particularidad e individualidad, gratuidad y, especialmente, adicción son un cóctel de factores que explican la clave y la receta de su éxito. En conclusión, ocasionaron la gran agitación de la comunicación del siglo XXI en poco más de diez años.