martes, 21 de octubre de 2008

Trabajo Práctico - Reportaje

Reportaje seleccionado:

"Manu Chao. La vida libre"
- Difundido por el periódico El País, de España el 16 de agosto de 2007

1. ¿Qué características tiene el reportaje de acuerdo al texto de Fernández Parrat?

2. ¿Qué géneros conforman ese tipo de reportaje?

3. ¿Cuál es el tema de ese reportaje?

4. ¿Tiene coherencia e integridad?

5. ¿Coincide el estilo con el medio en el que fue publicado? ¿Si o no? ¿Por qué?


1. Diego A. Manrique, autor de este reportaje, abre el escrito con una introducción describiendo el ambiente y el contexto bajo los cuales se desarrolla la “conversación pública”. En este sentido, las primeras líneas del artículo van “pintando” o retratando al personaje, tratando de interpretarlo, a los efectos de poder vislumbrar su perfil con profundidad, libertad y creatividad. Una especie de “radiografía”. He aquí el elemento compositivo, estilístico, literario y funcional, que el periodista saca a relucir de su pluma, pero que no se agota en el inicio, sino que también se va intercalando en el cuerpo de nota. De esta manera, incorpora y combina múltiples procedimientos y recursos de escritura, a la vez que absorbe noticias, informaciones y comentarios. De ahí su variedad de manifestaciones y múltiples funciones comunicativas. El condimento relativo a la diversidad temática aparece claramente reflejado, licencia permitida debido a la versatilidad y flexibilidad del género que se ejerce. En el texto se refieren hechos que no son estrictamente actuales (como pincelazos de su trayectoria, su historia de vida, su metodología de trabajo, su activismo político, sus gustos, su paternidad, sus producciones, anécdotas, experiencias, creencias, piratería, drogas), asuntos sin continuidad en el temario de los medios, pero que se van mechando con una lectura de su presente laboral y el lanzamiento de su nuevo disco, “La radiolina”, el cual analizan determinados fragmentos que están intrínsecamente vinculados con lo que ocurre en el día a día y que luego se complementa con su opinión sobre el presente del planeta. Se trata de un reportaje interpretativo, donde si bien el periodista no opina directamente, sí adhiere componentes analíticos.

2. Los géneros que componen este reportaje son los relacionados con su criterio temático (reportajes de sucesos, de viajes, biográficos, de sociedad, de costumbres y de interés humano), aquellos que tienen en cuenta las funciones que ejercen y las modalidades de tratamiento de la información (reportaje interpretativo en mayor medida e informativo un escalón más abajo). Si se considera el formato, es un artículo extenso. Teniendo en cuenta sus características estéticas y formales, irrumpen factores narrativos, explicativos, descriptivos y de citas. Conforme a su soporte y canal de difusión, es un reportaje impreso y digital.

3. El tema principal de este reportaje es la particular forma de ser, pensar, actuar y trabajar de Manu Chao, como un músico que cree en la música y que la disfruta, como un artista de
excepción, en comparación con la media que conforman sus colegas. Todo ello asociado, también, al lanzamiento de su nuevo disco denominado “La radiolina”. Resulta interesante para conocer otro estilo de vida diferente al convencional.

4. Efectivamente, este reportaje posee coherencia (cada dato está, de modo cuidadoso, enlazado con otro) e integridad (la nota como un todo, sin baches ni huecos de por medio). Tanto el título como el copete son una síntesis exacta de los argumentos de fondo que se desarrollan a lo largo del texto.

5. Sí, este reportaje coincide a rajatabla con el estilo pregonado por el medio en que fue publicado, que es el periódico El País de España, debido al amplio tratamiento que le proporciona a la información, dotada de una calidad innegable. En lo que se refiere a su formalidad, es expresivamente insoslayable, sobrio y llano haciendo de la lectura una amena, llevadera y entretenida. Por otra parte, predomina el orden en las ideas y los conceptos vertidos. No por nada El País goza de pergaminos relativos al prestigio y al reconocimiento.

martes, 7 de octubre de 2008

Cuestionario Reportaje - Fernández Parratt

1. En función del texto de Parrat, defina las características más importantes del reportaje.

2. ¿Cuáles son las tendencias respecto al reportaje en la prensa?

3. ¿Cuál ha sido la evolución histórica del reportaje?

1. El reportaje se caracteriza, con respecto a otros géneros periodísticos, por su diversidad funcional, temática, compositiva y estilística. Es un género muy versátil, ya que puede incorporar y combinar múltiples procedimientos y recursos de escritura, absorber en parte o del todo otros géneros periodísticos informativos (como noticias, informaciones, crónicas, entrevistas) y de opinión (columnas y comentarios) y además puede asimilar parcial o totalmente géneros literarios y artísticos (como la novela, el ensayo, el short story, el cine o el teatro). El único límite lo imponen las exigencias de claridad, exactitud y eficacia inherentes a todo periodismo informativo de calidad. En definitiva, puede satisfacer todas las exigencias del lector contemporáneo y, a la vez, permitir al reportero captar con profundidad la realidad, llegar a la esencia de los hechos y de los acontecimientos. Se refiere a un género informativo en el que se refieren hechos que no tienen por qué ser estrictamente actuales, con un estilo informativo que permite más libertad que la noticia, y sin continuidad en el temario de los medios. existe una tendencia bastante generalizada a hacer una distinción entre el reportaje objetivo como género informativo, y el interpretativo, donde si bien el periodista no opina directamente, sí puede incorporar elementos analíticos.

El reportaje se clasifica en función de las siguientes variables:

* Criterio temático.

* En base a la función que ejerce y las modalidades de tratamiento de la información.

* Por su formato.

* Según sus características estéticas y formales.

* Conforme a su soporte y canal de difusión .

2. En el periódico, predomina la tendencia de relegar los reportajes a una serie concreta de secciones no consideradas centrales. De esta manera, los diarios valoran a los géneros más creativos como textos secundarios. Por ejemplo, en el diario El País casi todos los reportajes se ven relegados a las secciones de Cultura, Espectáculos, Contraportada, Sociedad y suplemento dominical. Si bien podría pensarse que el reportaje está condicionado por ciertos temas, en verdad depende más del talante de los profesionales y de las rutinas periodísticas que de los ámbitos temáticos de las secciones en los que aparecen. No obstante, los reportajes han sufrido, desde hace unos años, sensibles transformaciones técnicas, productivas, estéticas, temáticas y estilísticas. Estos "productos informativos de creación", y más en concreto el reportaje, devuelven a los lectores la certeza de estar siendo informados por una persona reconocible -no olvidemos que los reportajes, por norma general, se publican firmados-, dotada de un estilo personal y susceptible de equivocarse. Asimismo, la realidad que nos rodea es cada vez más compleja y el lector contemporáneo es diferente y se ha creado nuevas necesidades y exigencias, no sólo de estar informado conociendo lo que ocurre sino también por qué, para qué y cómo ocurre. Para la autora, debería ser el género predominante por excelencia en las próximas décadas. Cabe destacar que cumple una misión informativa y cultural. Y además informa a los lectores, comunica cuanto de comunicable haya en el mundo, conforma sus gustos, afina el paladar literario, ya que la información realizada y trabajada con altura, con nivel literario y precisión periodística puede ser una poderosa fuerza educativa.

3. "El reportaje es tan antiguo como la Humanidad", afirmó Martín Vivaldi. Es de suponer que siempre hubo hombres dispuestos a contar aquellos sucesos o hechos de que habían sido testigos y que se consideraban dignos de ser conocidos y, por tanto, divulgados. “La función de reportar novedades, noticias o testimonios es probablemente tan antigua como la misma existencia de la escritura, el género reportaje como tal se ha ido configurando a medida que la cultura periodística ha diversificado sus funciones y refinado sus técnicas”, se sumó a la misma corriente Albert Chillón. Y al tratar de determinar en qué momento de la historia se produce su nacimiento, agregó: “Va a nacer de la literatura testimonial tradicional (especialmente de las crónicas, relaciones epistolares, estampas costumbristas y relatos de viaje), se va a ir configurando aproximadamente durante la primera mitad del siglo XIX, con la sustitución de la prensa de partido, característica del siglo XVIII, por la prensa informativa de amplia difusión y se va a consolidar, entre las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX, con el advenimiento de la denominada sociedad de comunicación de masas, de la mano de las agencias de noticias, los documentales cinematográficos, los informativos radiofónicos y, sobre todo, de los magazines ilustrados y los grandes diarios de información general. Alrededor de la mitad del siglo XX, los responsables de periódicos se dieron cuenta de que el mundo se había convertido en algo tan complicado en sus políticas, sus economías y sus ideologías, que era necesario apoyar los textos con comentarios para presentar las noticias de una forma clara. De esta manera, los éstos se inclinaron hacia lo que llamaban "reportaje interpretativo". Así es cómo surge una modalidad de reportaje diferente y superadora del concepto clásico representado por el reportaje objetivo. Es durante las décadas de los 50 y 60 cuando el llamado "gran reportaje" o reportaje en profundidad vive sus momentos dorados. Lo que había empezado como una modalidad periodística típica de las revistas gráficas, saltaba a los periódicos diarios mediante una serie de adaptaciones. De este modo, el reportaje interpretativo se convirtió a principios de los 70, en una de las piedras angulares y básicas del llamado "Nuevo periodismo", que, según Sebastiá Bernal y Albert Chillón, designa un heterogéneo conjunto de obras y autores cuyo denominador común consiste en su más o menos drástica distinción con respecto al periodismo escrito convencional publicado en Estados Unidos hasta los primeros años de la década de los sesenta.