lunes, 15 de septiembre de 2008

La Argentina saldará su deuda con el Club de París

Suprimirá un pasivo de u$s 6.706 millones mediante fondos del Banco Central, en sintonía con una política de desendeudamiento del país. La apertura de financiamiento externo, una nueva fase económica por la que transitará la Argentina. Una iniciativa que ocasionó incertidumbre en los mercados.

En el Día de la Industria, la administración kirchnerista dejó boquiabierta a la sociedad, al informar que liquidará por completo un pasivo de U$S 6.706 millones que posee con el Club de París. Una mora que se encontraba vigente desde que el país declaró la suspensión de pagos en 2001 y que se reestructuró por última vez en 1991 y 1992, respectivamente. Los acreedores son Alemania, Japón, Holanda, Italia, España y Estados Unidos. La iniciativa se sostendrá con fondos de libre disponibilidad, provenientes del Banco Central, de la misma manera que se liquidaron u$s 9.500 millones en 2005 con el FMI, y no sólo anda a la caza de inversores: también tiene por objeto echar por tierra el clima de inestabilidad que vive la realidad económica.

En los considerandos del decreto se recuerda que el artículo 6 de la Ley 23.928 habilita la aplicación de reservas de libre disponibilidad para el pago de obligaciones contraídas con organismos financieros internacionales, siempre que dichas operaciones resulten de un efecto monetario neutro.

Actualmente las reservas del BCRA alcanzan los u$s 47.146 millones y, según evaluaciones privadas, las que están en condiciones de ser empleadas para este desembolso trepan a los u$s 14.000 millones. Una medida tan significativa como el pago al FMI y la salida del default (es decir, estado de insolvencia).

Desde la Casa Rosada, la primera mandataria Cristina Fernández de Kirchner, comunicó una resolución que gozó de luz verde entre analistas, empresarios y funcionarios nacionales, pero que a juicio de los mercados guarda matices amarillos. CFK afirmó que “la deuda tiene fecha de corte el 10 de diciembre de 1983, aunque el 45 por ciento de ella es incluso anterior“.

La Presidenta mencionó que “hoy el desendeudamiento es una política de Estado“. Asimismo, explicó que “este pago pone a todas las empresas en una pole position para pedir crédito en estos países“. Y agregó: “La decisión reafirma una vez más la voluntad de pago de la Argentina en sus compromisos internacionales, por parte de un Gobierno que no ha contraído ninguna de esas deudas“. En este marco, también introdujo el establecimiento de una política de créditos blandos para las pequeñas y medianas empresas, junto a un decreto que instala medidas “antidumping” en defensa de la industria fatto in casa. Frente a ello, la Presidenta les solicitó a los empresarios “responsabilidad” con los precios y la producción.

“Desde el punto de vista del financiamiento del país es una buena medida y, además, se demuestra voluntad de pago”, dijo Fausto Sportorno, economista jefe de la consultora Orlando Ferreres. “Hay suficientes reservas de disponibilidad en el Banco Central, aunque este quedará un poco más débil. Vamos a ver cómo reaccionará el mercado, que está afectado por una crisis internacional que genera ruido”, agregó.

El protocolo de adhesión a la causa se oficializó con el decreto 1394/2008, divulgado por el Poder Ejecutivo. El Club de París es un foro informal de acreedores oficiales y naciones deudoras. Su principal cometido es organizar formas de pago y renegociar deudas externas de los países e instituciones que se encuentren en situación de préstamo.

El ajuste conforme a regla permitirá que la Argentina se reincorpore a los mercados de financiamiento internacionales y que se destraben proyectos de inversión de empresas europeas, que hasta el momento se encontraban imposibilitadas de hacer negocios en la Argentina. En efecto, la Argentina dejará de depender tanto de Venezuela para obtener préstamos, que en la actualidad es casi su fuente exclusiva de financiamiento exterior.

El presidente del Banco Central, Martín Redrado, manifestó que “incluso después del pago el stock de reservas está por encima de su nivel óptimo, tanto en relación con los pasivos externos de los próximos doce meses, como también medido en relación con los agregados monetarios”.

En principio los mercados respondieron favorablemente, aunque con el correr del reloj el optimismo se difuminó por las suspicacias originadas a partir de que el Gobierno determinó abonar en efectivo la deuda con la meta de sortear una auditoría del FMI. La Argentina acarrea, desde 2003, un importante desarrollo económico que este año exhibió destellos de retraso luego de un desequilibrio político suscitado entre Gobierno - sector agropecuario que hizo estragos con la imagen positiva de CFK.

Cabe destacar que, en 2009, nuestro país duplicará su necesidad de financiamiento, y el Estado no puede ingresar a los mercados mundiales ya que acreedores con ¼ de la deuda modificada en 2005 rechazaron el ofrecimiento del Gobierno, acudiendo a la Justicia con tal de no tener pérdidas.

El 15 de septiembre, el Club de París sesionará en una congregación organizada de antemano y que ahora utilizará para acomodar posturas entre los gobiernos acreedores y fijar qué importe de la deuda le corresponde a cada nación. En todo caso, los mecanismos del Club de París determinan que las resoluciones sean unánimes. Xavier Musca, el presidente del Club de París, opinó que “la decisión argentina es la correcta, en tanto sea realmente confirmada e implementada”. Y añadió: “Permitirá restaurar la credibilidad del país”.

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