lunes, 15 de septiembre de 2008

Lineamientos generales sobre el reportaje - Versión Fernández Parratt

El reportaje como género periodístico que conjuga diversidad funcional, temática, compositiva y estilística. Puede incorporar múltiples recursos de escritura, absorber otros géneros periodísticos informativos y asimilar géneros literarios y artísticos. Sólo está condicionado por las exigencias de claridad, exactitud y eficacia inherentes a todo periodismo informativo de calidad.

La explicación del reportaje como un género informativo en el que se refieren hechos que no tienen por qué ser estrictamente actuales, con un estilo informativo que permite más libertad que la noticia, y sin continuidad en el temario de los medios.

La escisión entre el reportaje objetivo como género informativo, y el interpretativo, donde si bien el periodista no opina directamente, sí puede incorporar elementos analíticos.

Los inicios del reportaje: se configuró aproximadamente durante la primera mitad del siglo XIX, con la sustitución de la prensa de partido por la prensa informativa de amplia difusión. A partir de las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX, se consolidará con el advenimiento de la denominada sociedad de comunicación de masas.

El surgimiento del reportaje interpretativo: alrededor de la mitad del siglo XX, los responsables de periódicos se dieron cuenta de que el mundo se había convertido en algo tan complicado en sus políticas, sus economías y sus ideologías, que era necesario apoyar los textos con comentarios para presentar las noticias de una forma clara.

El auge del reportaje en profundidad: durante las décadas de los 50 y 60. Empezó como una modalidad periodística típica de las revistas gráficas y luego fue adaptada a los periódicos diarios.

Estados Unidos, principios de los 70: el reportaje interpretativo se convierte en un elemento fundamental del llamado “Nuevo periodismo”, un heterogéneo conjunto de obras y autores que traspasa las fronteras del periodismo escrito convencional. Básicamente, enfoca al periodismo como si fuese literatura.

El reportaje y su estado de situación actual: suelen relegarse en la práctica a una serie concreta de secciones no consideradas centrales de los periódicos.

La evolución de la prensa de masas en términos técnicos, productivos, estéticos, temáticos y estilísticos. La desaparición del autor, que es eclipsado por el periódico para el que trabaja, homogeniza los modos de informar y ofrece una falsa apariencia de neutralidad, objetividad, imparcialidad, apoliticismo e independencia informativa, mientras que los denominados “productos informativos de creación”, y más en concreto el reportaje, devuelven a los lectores la certeza de estar siendo informados por una persona reconocible.

Las virtudes del reportaje, que no sólo informa sino que también cumple una misión cultural afinando el paladar literario del público, porque la información trabajada con altura, nivel literario, análisis, detalle y precisión periodística puede ser una poderosa fuerza educativa.

Lo que se avecina: los productos informativos de creación, y el reportaje en mayor medida, adquirirán mayor importancia en los periódicos a través de la reflexión, la crítica y la interpretación sobre las informaciones ofrecidas por los nuevos medios emergentes. Es decir, la prensa adoptará funciones de profundización, contextualización y argumentación de las noticias “duras” provenientes de los medios audiovisuales. A la postre, se desarrollarán nuevas concepciones y prácticas informativas que, en su caracterización formal, estilística y estructural, se asemejarán a los modelos que hoy son patrimonio exclusivo de los medios escritos de periodicidad semanal o mensual.

No hay comentarios: